Esta es la razón por la que Andrea Legarreta estuvo cerca de divorciarse de Erik Rubín.

  • La conductora reconoció que ninguna relación es perfecta pero sigue con amor a lado de su esposo.

Esta es la razón por la que Andrea Legarreta estuvo cerca de divorciarse de Erik Rubín

Una plática entre amigos es la que tuvieron Yordi Rosado y Andrea Legarreta, en la que, acompañados de un mezcalito y vino, pusieron sobre la mesa los temas que para la conductora han sido difíciles a lo largo de su carrera, como perder a un bebé a los pocos meses de gestación, tardar tiempo en embarazarse, el comentario del dólar que hizo durante el matutino «Hoy» y que le valió amenazas de muerte; casarse con Erik Rubín (porque sus papás no lo aprobaban) y estar al borde de la separación.

Durante el formato «En entrevista con Yordi», la conductora recordó que su noviazgo no fue tan fácil, ya que la mamá de Andrea consideraba a Erik como un joven que vivía en la fiesta, y que no era lo que su hija necesitaba, pero lo cierto es que la pareja pronto se dio cuenta de que eran el uno para el otro.

Andrea se encargó de tranquilizar a sus padres, de decirles que el exTimbiriche era un hombre bueno, y que si algo salía mal, ella sabría tomar las decisiones adecuadas. Cuatro meses después de ser novios, él le propuso matrimonio, y en abril del 2000 contrajeron nupcias. Con el tiempo, recordó Andrea, sus papás llegaron a amarlo.

Pese al amor, la pareja, que parecería perfecta ante los reflectores, ha luchado batallas, mismas que los han llevado a preguntarse por el futuro de su relación.

“Yo creo que todo va cambiando, tuvimos etapas largas en las que no había nada, de ponerle ni hablamos, a dormir y a descansar. Erik como músico, con su trabajo y yo igual… de verdad deseo que sí existan esas parejas que sigan con esa pasión encendida veinte años después, pero va cambiando. ¿Sabes qué siento?, que si tú le das chance a la apatía, gana, porque nosotros hemos tenido alguna racha en donde ya estamos en tomar la decisión de ¿qué onda, hasta aquí seguimos o ya?”, compartió la conductora.

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Andrea enfatizó que en los matrimonios siempre hay etapas, todo son etapas.

“A veces ya no te volteas ni a ver, a veces es el cansancio, son etapas muy distintas, cuando llegan los hijos, ahorita estoy en una etapa donde lo veo (a Erick) y digo: ‘qué bueno está».

“Nunca. Estuvimos a punto (de darse un tiempo), y de pronto no sé qué es, yo termino por pensar que es el amor. De pronto dices ¿Será la costumbre, la comodidad, el ahorrarte irte a otra casa, cómo te vas a dividir? yo me preguntaba en ese momento qué es porque de plano no pudimos llegar a eso, cosa que está muy bien porque al final del camino, el día de hoy, sí seguimos siendo prioridad en nuestras vidas, y sí, no me imagino estar sin él”, agregó.

Relajada, bromista y sonriente, Legarreta compartió que han estado llenos de errores, pero si hay algo que tienen los dos, es que son buenas personas. En cuanto a lo negativo, dijo que lo que les ha pesado es que de pronto ambos son controladores, pero no en un sentido sumamente tóxico.

“Somos una relación muy abierta en el sentido que él se va de gira y eso nos ha salvado mucho, nos extrañamos, hay ausencias, él  me chulea, no me controla de “no te pongas esto o no levantes la pierna, se te ve la rodilla (risas)”, y agregó.

“Estamos los dos llenos de errores, nos hemos equivocado en muchas ocasiones, pero cuando tienes un buen corazón, con todo y que te equivoques, que traes tus cargas, tus frustraciones y tu dolor, y también costumbres aprendidas quizás o que ya tienes arraigadas, con toda esa carga que traemos, siempre han salido a flote el amor, y que somos buenas personas”.

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