¿Posesión del diablo o enfermedad mental?; exorcismo, ritual avalado por el vaticano

  • Para la Iglesia católica, la diferencia entre quien necesita atención psicológica y psiquiátrica y quien está endemoniada es que ésta comprenda lenguas arcaicas y tenga fuerza sobrehumana.

El exorcismo es una oración para alejar al demonio de las personas y más allá de las escenas de gritos y contorsiones que muestran las películas de Hollywood, es una práctica común de la Iglesia católica y de las iglesias cristianas evangélicas.

El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios (…) impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien”, dijo Jesús a los apóstoles (Marcos 16:16-18).

En 1999, el Ritual de Exorcismo y Plegarias de Liberación de la Iglesia Católica fue actualizado durante el papado de Juan Pablo II, y por disposición del papa Francisco, en años recientes se realizan cursos presenciales y online para sacerdotes, religiosas y laicos que ponen de relevancia la oración para alejar el mal.

Los que deciden a qué persona se les debe realizar el rito del exorcismo son psiquiatras y psicólogos que trabajan conjuntamente con el sacerdote; los especialistas evalúan la salud mental de la persona presuntamente poseída por el maligno, en acuerdo con el sujeto en cuestión y los familiares.

No permitas que éste tu hijo/a sea poseído por el poder de la mentira, ni que tu siervo, redimido por la sangre de Cristo, sea mantenido en la esclavitud del diablo”, reza el punto central del rito del exorcismo, en su versión llamada Mayor.

 

Se trata de un rito bastante largo, de carácter público, ante la presencia de los más allegados al desafortunado, que empieza con un sinfín de oraciones, letanías, imposición de las manos, insuflación de aliento en la cara del presunto endemoniado y termina con un cántico a la Virgen María.

A mediados de julio, desde el Seminario Conciliar de la Ciudad de México, se impartió un curso sobre exorcismo, avalado por el Vaticano para sacerdotes, religiosas, psiquiatras y laicos interesados en el tema, el cual puso como relevancia la fe y la presencia de Cristo para atacar los males que provoca el demonio.

 

¿QUIÉN AMERITA UN EXORCISMO?

En 1999, la Iglesia católica realizó la primera actualización mayor de las reglas sobre el exorcismo desde 1614. De acuerdo con las directrices establecidas por el Vaticano en El Nuevo Rito de los Exorcismos (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, 1999) es aconsejable que todas las diócesis establezcan un protocolo a fin de poder responder a las indagaciones o consultas de los fieles que aseguran estar poseídos demoniacamente.

Como parte del protocolo debe haber una evaluación a fin de determinar el verdadero estado de la persona.

Solamente después de un examen médico, psicológico y psiquiátrico meticuloso pudiera la persona ser enviada a un exorcista, que determinará finalmente si la persona está poseída.

Así, son los especialistas médicos y la Iglesia quienes determinan si un miembro de la comunidad de creyentes está genuinamente poseído por el demonio, a pesar de que la persona lo asegure por su propio diagnóstico o psicosis.

Como parte del proceso de evaluación, el cual puede establecerse en el protocolo de cada diócesis, el miembro presuntamente poseído debe estar dispuesto a someterse a una evaluación médica y psicológica-psiquiátrica.

En el curso sobre exorcismo, impartido recientemente por la Arquidiócesis de México, dedicó un bloque al rol de los psiquiatras en los exorcismos, una figura que ayuda a los sacerdotes a diferenciar entre un caso de posesión o de alguien con problemas psicológicos o depresión.

Sacerdotes que impartieron el curso explicaron que “en la mayoría de los casos y durante los últimos años”, sólo se habían encontrado con un “par de casos de posesión”, en los que los afectados mostraban síntomas como tener una fuerza sobrenatural o comprender lenguas arcaicas.

El resto fueron personas con problemas emocionales quienes sólo necesitaban un guía espiritual que los llevara por el camino de la fe.

 

 

CURSOS PRESENCIALES Y ONLINE

En los cursos sobre exorcismos, impartidos por la Iglesia católica en la Ciudad de México y vía online a todo el continente, un total de 301 sacerdotes, monjas, psiquiatras, psicólogos y laicos, estudiaron sobre posesiones demoniacas, la vida del exorcista, el peligro de las redes sociales y el ocultismo satánico, todo con el objetivo de dejar de lado la mitificación que han causado el cine y la literatura de este asunto.

Para luchar contra las distracciones de Satán, el curso dedicó todo un bloque al rol de los psiquiatras en los exorcismos, una figura que ayuda a los sacerdotes a diferenciar entre un caso de posesión o de alguien con problemas psicológicos.

En esta ocasión, el curso auspiciado por el Vaticano y la Arquidiócesis de México fue dirigido también a laicos, mediante un taller en el que participaron, además, peritos médicos, psicólogos y psiquiatras que auxilian a los exorcistas.

Los cursos tuvieron lugar del 11 al 15 de julio y del 18 al 22 de julio de este año y se contó con la participación de la Asociación Internacional de Exorcistas, para “cualificar a los sacerdotes y sus auxiliares laicos” en la sana doctrina y práctica correcta de ese ministerio, a fin de evitar distorsiones y tergiversaciones.

El curso del Vaticano incluyó elementos de teología, psicología y antropología.

El temario abarca asuntos como la brujería en África, cómo diferenciar entre “posesión demoniaca” y enfermedad mental, así como una guía paso a paso para expulsar demonios.

En el taller, los interesados pudieron conocer de primera mano los rituales sobre exorcismo y se explicó que en todo el mundo existen alrededor de 800 sacerdotes exorcistas, aprobador por el Vaticano y por la diócesis respectiva.

La Arquidiócesis de México cuenta con un manual de exorcistas, se trata del libro que lleva por título Líbranos del Mal del sacerdote católico Fidel Pérez Gutiérrez, dirigido a los sacerdotes interesados en ser exorcistas, ofrece un panorama amplio acerca de la Pastoral de la Liberación.

TIPOS DE EXORCISMO

En el texto Líbranos del Mal se mencionan tres tipos de exorcismo: Exorcismo Mayor o Solemne, Exorcismo Menor u Oración de la Liberación y la Oración de la Sanación. Se deja en claro que, de acuerdo con los cánones del Vaticano, los exorcismos Mayores sólo pueden ser realizados por el obispo de la diócesis o por un ministro de culto designado por la autoridad religiosa, mientras que todo sacerdote está facultado para realizar el exorcismo Menor.

El Exorcismo Mayor o Solemne se lleva a cabo para liberar a una persona de la posesión diabólica y para ello se utiliza el Ritual de Exorcismos y quien lo realiza debe apegarse a las normas en cuanto al uso de ornamentos, signos sagrados y oraciones.

Sin embargo, existe otra versión del exorcismo Mayor, de acuerdo con los sacerdotes, que se conoce como exorcismo Imperativo. Es el que las películas de terror suelen recrear, porque resulta más espectacular.

Si el exorcismo que se practica es de orden imperativo, el exorcista dice:

Te ordeno Satanás, sal de (nombre del endemoniado/a), siervo de Dios (…) Te ordeno, Satanás, príncipe de este mundo, que reconozcas el poder de Jesucristo (…) Vete de esta criatura (…) Te ordeno, Satanás, sal de esta criatura, vete, vete en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

El rito comienza con una oración en silencio. Tras la oración se bendice el agua, la sal, que después se mezclan y a continuación se reza la Letanía de los Santos que se invocan para la ocasión.

Tras la recitación del Credo católico y la renovación de las promesas bautismales, el exorcista enarbola la cruz, diciendo “He aquí la cruz, huid espíritus del mal”.

También, el exorcista dice en la cara del poseído: “Aleja, Señor, con el aliento de la boca los espíritus malignos…”

La fórmula usada actualmente fue regulada por la Congregación de la Doctrina de la Fe en 1985, sobre la base de la primera, elaborada por el papa León XIII, de dos siglos atrás, sucesivamente actualizada.

Durante el dramático momento, el exorcista puede pedir al demonio que posee a la persona que revele su nombre.

Por otra parte, el exorcismo Menor lo puede efectuar cualquier sacerdote y se realiza para liberar al afectado de opresiones u obsesiones, maleficios o influencia diabólica y se le llama también Oración de la Liberación y consiste en oración de súplica a Jesús.

Para defenderse de estos males, en el libro Libranos del Mal se enlistan algunas acciones básicas como vivir en gracia de Dios, orar continuamente, acudir al Sacramento de la Reconciliación, vivir una vida cristiana y recurrir a Jesús, la Virgen María y los santos.

En el manual también recomienda para apartarse del demonio ser piadoso, sabio, prudente, e íntegro de vida, además de llevar una estricta vida espiritual basada en la oración de la Liturgia de las Horas, el Rosario y la confesión constante.

 

 

UN RITUAL “CONTRA EL ABORTO”

En Hidalgo, la tarde del 26 de noviembre de 2019, párrocos católicos realizaron un exorcismo al exterior de la sede del Congreso del estado para tratar de evitar la aprobación de la ley que permite la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) hasta los tres meses de gestación.

En la protesta, activistas provida exhibieron pancartas contra la iniciativa del ILE, además de artículos religiosos como crucifijos, rosarios e imágenes de la Virgen de Guadalupe, así como pañuelos azules, símbolo del movimiento por la vida.

Fue en el exterior de la puerta D del recinto, donde se aventó “sal exorcizada”, pese a lo cual, al interrogar a los religiosos sobre el acto, negaron haberlo realizado, así como calificar la ceremonia como un exorcismo.

Sólo son rezos”, dijeron. Días después, el 12 de diciembre, la iniciativa fue subida al pleno de la Legislatura, misma que no alcanzó los votos suficientes para su aprobación tras una fractura al interior de la bancada de Morena.

Sin embargo, un año y siete meses después, el 30 de junio de 2021, la ILE fue aprobada en esta entidad.

— Emmanuel Rincón

 

UN PRESUNTO CASO EN 2019

En abril de 2019, un hombre comenzó a convulsionarse en el piso de la Catedral Metropolitana de León en plena misa. Era Jueves Santo y el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, oficiaba el culto del Lavatorio de Pies.

El hombre de 50 años, muy cerca del altar y en el momento en que el arzobispo repartía la comunión cayó al piso, revolcándose, profiriendo maldiciones y riendo a carcajadas. Los hechos escandalizaron a todos los fieles, pero éste permaneció sereno ante lo que parecía una posesión satánica.

La supuesta víctima del demonio fue rociada con agua bendita y colmado de oraciones por feligreses y religiosos fue llevada a un espacio en donde se le dio atención religiosa para sanarlo, mientras que escépticos llamaron a la línea de emergencia 911, por si se trataba de alguna crisis epiléptica.

Posteriormente, la Arquidiócesis de León dejó el caso en el olvido.

 

CELAYA ESTRENA EXORCISTA

El padre José Juan Cruz González es el nuevo exorcista de la Diócesis de Celaya, luego de que el padre Marco Antonio González de León muriera tras una crisis ocasionada por covid, el 6 de enero de 2021.

José Juan Cruz trabaja dentro de la Pastoral de Consolación y aunque investiga y resuelve situaciones “demoniacas”, también da servicio a lo referente de la “contaminación espiritual”. Para dicha encomienda, el religioso se preparó en Tierra Santa.

El obispo Benjamín Castillo Plascencia, nombró al titular exorcista de Celaya, aunque existen personas que siempre apoyaron en los trabajos libra dos en contra de las fuerzas del mal.

Castillo explicó que muchas personas piensan que cualquier situación anómala tiene su origen en un demonio, pero no siempre es así, muchos casos son meras cuestiones psicológicas.

Sí hay casos de posesión diabólica, afortunadamente no tantos”, reveló.

— Andrés Guardiola

 

UN LUGAR ESPECIALIZADO PARA EXORCIZAR

 

Para quienes creen que casos de personas que pudieran estar bajo los efectos de una posesión demoníaca sólo son imágenes representadas en películas y series de ficción, cientos de exorcismos que se realizan en México muestran lo contrario.

La Iglesia católica cuenta con sacerdotes exorcistas profesionales, así como capillas especializadas para estos rituales.

Una de ellas es la Capilla de las Ánimas, llamada por los lugareños como Capilla de los Exorcismos, sitio enigmático de la Catedral de Nuestra Señora de Dolores de Soriano, en el municipio de Colón, en Querétaro.

Éste es el primer templo construido y consagrado exprofeso, en 2010, para la “eliminación litúrgica de posesiones demoniacas”.

De diseño otomí, como las capillas de las ánimas de la región, en sus vitrales se representa el purgatorio.

El altar está libre de imágenes, sólo tiene una pequeña cruz, y acompañado de una imagen de Jesús a un costado. Al fondo, los arcángeles Gabriel y Rafael parecen resguardar el templo.

El 7 de febrero de 2010, Monseñor Mario de Gasperín, entonces obispo de la Diócesis de Querétaro, bendijo la capilla para la oración y la eucaristía para las benditas ánimas del purgatorio.

Y con una oración especial, fue consagrada para realizar ahí “ritos libertadores”.

La capilla nació de la propuesta del propio obispo De Gasperín, quien, en una carta firmada en 2004, hablaba de “posesiones” entre la población, con una alta demanda de prácticas de exorcismo. El prelado narró que se trataba de “verdadera posesiones diabólicas”, según “lo que sus propios ojos habían visto”.

Muchas personas realizan promesas a la Muerte, o “hacen otros tipos de ritos satánicos, otros dicen haber vendido su alma al diablo, pero cuando ven manifestaciones y enfrentan las consecuencias, les entra el miedo, es cuando buscan ayuda de un sacerdote”, afirma la Comisión Diocesana para la Pastoral de la Comunicación Social.

Entre 1999 y 2004, en la Diócesis de Querétaro se habían atendido cerca de 400 casos de exorcismo, de 4 mil reportados.

Esto, derivado de la presunta “proliferación de sectas satánicas”, para colocar a la entidad en el primer lugar de casos de posesión. Aunque muchos de ellos se trataban de casos psiquiátricos, de acuerdo con estudios realizados por la propia Diócesis.

A la fecha, en la entidad se practican hasta 20 exorcismos, de 50 solicitudes que se llegan a realizar al día, por lo que se asegura que Querétaro es la capital mundial del exorcismo.

— Hilda Castellanos-Lanzarin

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