La todavía esposa del policía que mató a George Floyd, Kellie Chauvin, fue Mrs. Minnesota en 2018, según demuestra una foto que circula en redes sociales. Para cuando recibió su corona, describió a su marido como «un dulce bajo su uniforme».
No obstante, tras la detención de Derek por el delito de homicidio en tercer grado, esta solicitó el divorcio bajo «ruptura irremediable«, así como volver a usar su apellido de soltera, revelan documentos judiciales.
Hacía alarde de su caballerosidad en la relación
El pasado 28 de mayo, fecha en que Kellie presentó los papeles de divorcio, la pareja se encontraba a pocos días de cumplir su décimo aniversario de casados. Sin embargo, ahora «el matrimonio no puede ser salvado, pues ella está devastada por la muerte del señor Floyd«, explica la abogada de la mujer.
Asimismo, pidió quedarse con el título de dos casas que adquirió junto a Chauvin durante la relación: una en Saint Pual, (Oakdale), y otra en Windermere (Florida); ambas actualmente abandonadas, pero vandalizadas recientemente por varios grupos de manifestantes.